miércoles, 29 de septiembre de 2010

LA SABIDURIA ADQUIRIDA Y OTROS REFRANES POPULARES

A mi abuela Modesta, una de las personas más listas que conozco, a la que nunca podré agradecer lo suficiente la transmisión de tan invaluable activo.


     Estando en tierras extrañas es cuando más cercanos nos sentimos a lo genuinamente nuestro; es por ello que me he decidido a recolectar una pequeña (pequeñísima, de hecho) muestra de lo que forma parte del conocimiento más básico, y no por ellos menos válido, que sigue siendo aplicable a nuestro día a día a pesar de las inciertas circunstancias y cambiantes tiempos en los que vivimos. Ahí va:


     Ten siempre presente que a quien madruga Dios le ayuda; sin olvidar que no por mucho madrugar amanece más temprano; pues la paciencia es la madre de la ciencia, y hombre precavido vale por dos. Quien con vino se acuesta, con agua se levanta y quien juega con fuego, se quema. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Y piensa que a caballo regalado, no le mires el diente porque más vale pájaro en mano que ciento volando y más vale prevenir que curar. Y a lo hecho, pecho.

     A perro sarnoso todo son pulgas porque siempre se hace leña del árbol caído. De tal palo tal astilla, y si quieres conejera: conejo viejo, coneja nueva. Pero ten cuidado, pues si crías cuervos, te sacaran los ojos. Y ojos que no ven, corazón que no siente; aunque quien bien te quiere te hará llorar.

     El que primero lo huele, entre las piernas lo tiene. Porque al final es mejor llamar al pan, pan; y al vino, vino; sin olvidar que las verdades ofenden, y que sólo los niños y los borrachón dicen las verdades. Así que dime con quién andas y te diré quién eres. De todos es sabido que si la envidia fuera tiña, muchos tiñosos habría; sin embargo, quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Aunque a veces son los árboles los que no dejan ver el bosque. Porque el que no quiere ver es como cuando el sabio señala la luna y el tonto se queda mirando el dedo.

     El trabajo dignifica (cuando no mortifica) y puesto que poderoso caballero es don dinero, no compres cosa vieja que no sea teja. La sabiduría no ocupa lugar y no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita; porque la avaricia rompe el saco. Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita y no olvides que es de bien nacido el ser agradecido.

     Donde no hay regla ella sola se pone, y quien hace la ley, pone la trampa. Y aunque pueda ser que en el país de los ciegos el tuerto es el rey, y que de noche todos los gatos sean pardos, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y mal empieza lo que mal acaba, porque Dios castiga y no da voces.

     Y si te inquietan los revueltos acontecimientos en que vivimos actualmente, ten presente que después de la tempestad viene la calma, porque no hay mal que 100 años dure. Y de de ello tenemos ejemplos: más se perdió en Cuba y volvieron cantando. Pero si ni aún así encuentras consuelo, pues ve a Dios rogando y con el mazo dando. Y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y colorín, colorado, esta nueva entrada se ha acabado.

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